Dra. Hurtado. Centro de Estudios Tiroideos
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Blog de enfermedades del tiroides

Enfermedad de Hashimoto. La causa más frecuente de hipotiroidismo.

10/9/2018

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¿Qué es la enfermedad de Hashimoto?
 
La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca la glándula tiroides, lo que lleva a una tiroides poco activa o hipotiroidismo.
Es la causa más común de hipotiroidismo en Europa y América del Norte.
 
¿Cuáles son sus síntomas?
 
La tiroiditis de Hashimoto se desarrolla gradualmente durante varios años, causando un daño progresivo de la tiroides. 
Los niveles de hormonas tiroideas del paciente disminuyen muy gradualmente, por lo que los síntomas se desarrollan de una manera muy lenta, y en ocasiones los pacientes pueden “acostumbrarse” a los mismos y considerar que forma parte de los “achaques” de la edad.

Los signos y síntomas de la enfermedad de Hashimoto se superponen con otros tipos de hipotiroidismo.

Algunos síntomas pueden ser:

Sensibilidad anormal al frío.
Un aumento en los niveles de colesterol en la sangre.
Estreñimiento
Dificultad para concentrarse
Depresión
Piel seca
Aumento de tamaño del cuello: Bocio.
Cansancio general
Menstruación prolongada en mujeres, con sangrado anormalmente intenso.
Dolor muscular
Piel pálida
Rigidez, especialmente las manos y los pies.
La voz se vuelve ronca.
 
Estos síntomas no aparecen todos, sino en ocasiones solo alguno aislado, y , al tiempo, otro, lo que hace que el paciente no los reconozca y que sean muy difíciles de detectar por el médico, si no se piensa en el hipotiroidismo.
 
Un retraso escolar en un niño, una depresión en el adulto, un paciente con fibromialgias; todos estos síntomas pueden ser la expresión de un hipotiroisimo sintomático.
 
¿Qué causa esta enfermedad?
 
La enfermedad de Hashimoto es una inflamación de la glándula tiroides. 
Algunos tipos de tiroiditis son causados por una infección, pero la enfermedad de Hashimoto no es una infección. Es una enfermedad autoinmune.
 
El sistema inmunológico está diseñado para atacar y eliminar invasores dañinos del cuerpo, como bacterias, virus y toxinas.

En personas con una enfermedad autoinmune, el sistema inmunológico confunde las células buenas con las malas y las ataca por error.

La tiroiditis de Hashimoto ocurre cuando el sistema inmunitario ve erróneamente que las células normales de la glándula tiroides son dañinas y las ataca.
 
Algunos científicos creen que un virus o una bacteria pueden desencadenar la respuesta, mientras que otros creen que puede haber un defecto genético hereditario.

Una combinación de factores (incluyendo la herencia genética, edad y sexo) pueden determinar la predisposición a desarrollar la enfermedad.

Factores de riesgo:

Sexo: Las mujeres tienen una mayor predisposición a padecer la enfermedad de Hashimoto.
 
Edad: La enfermedad de Hashimoto puede aparecer a cualquier edad, incluyendo la infancia, pero es más frecuente en pacientes de mediana edad.
 
Herencia: Tendrás un riesgo superior de padecer Hashimoto, si tienes familiares con esta enfermedad u otras enfermedades autoinmunes. Madres con Hashimoto, tened presente esta posibilidad en vuestros hijos y realizad los chequeos oportunos.
 
Otras enfermedades autoinmunes. Tener otra enfermedad de este tipo, como la artritis reumatoide, el lupus o la diabetes tipo 1, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad de Hashimoto.
 
Radiación. La gente expuesta a niveles excesivos de radiación ambiental tendrám más posibilidad de desarrollar la enfermedad.
 
Complicaciones.
 
¿Qué sucede si dejamos desarrollarse la enfermedad sin tratamiento?
El tiroides controla todo nuestro metabolismo y su alteración prolongada puede tener efectos devastadores, incluyendo:
Enfermedades cardíacas e ictus cerebral. Debido a alteraciones vasculares derivadas de un aumento del colesterol “malo”
Enfermedades mentales. La depresión puede aparecer como uno de los primeros sintomas de la enfermedad de Hashimoto y empeorar progresivamente. También produce un enlentecimiento de los procesos mentales y reducción de la líbido.
Mixedema. Se trata de una condición poco frecuente, pero         potencialmente mortal, que conduce a un profundo letargo y coma.
Defectos congénitos. Los hijos de pacientes con hipotiroidismo no tratado son más propensos a presentar alteraciones intelectuales y del desarrollo. Tambiém otros defectos como el labio leporino.
Es recomendables que revises tus niveles de hormonas tiroideas si planeas quedarte embarazada o si te has quedado embarazada recientemente.
​
Foto: Hakaru Hashimoto, descubridor de la enfermedad.
Fuente: Mayo Clinic.

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Hashimoto y enfermedad de Sjögren

11/29/2017

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El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que causa sequedad, particularmente en los ojos y la boca.

En las enfermedades autoinmunes el sistema inmunológico no funciona correctamente y ataca a tejidos sanos, ocasionando daño e inflamación. En este síndrome, las células del sistema inmunológico, conocidas como linfocitos, atacan a las células normales de las glándulas exocrinas, las que secretan las sustancias humectantes de los ojos, la boca (glándulas lacrimales, salivares...) y otros tejidos. Esto genera la inflamación y la destrucción de las glándulas exocrinas, lo cual impide la producción de las sustancias humectantes.

El síntoma más común del síndrome de Sjögren es tener sequedad grave en los ojos y la boca. Esta dura, al menos, 3 meses y no es provocada por ningún medicamento que esté tomando. Puede sentir los ojos arenosos y con comezón. Puede tener problemas para tragar, comer alimentos secos o, incluso, hablar. También es posible que se sienta muy cansado.

En casos más graves del síndrome de Sjögren, una persona puede tener sequedad en otras áreas del cuerpo que tienen membranas mucosas. La sequedad de las membranas de las articulaciones puede provocar inflamación (hinchazón) y, eventualmente, artritis. La sequedad provocada por el síndrome de Sjögren puede dañar el tejido de los pulmones (lo que puede causar tos seca crónica o duradera), o los riñones.

Desde hace ya algunos años, se viene describiendo una asociación frecuente de esta enfermedad con la tiroiditis autoinmune de Hashimoto. Esto supone una predisposición genética y/o ambiental común con unos mecanismos de generación similares.

Se ha descrito que la enfermedad de Sjögren era 10 veces más frecuente en los pacientes con Tiroiditis Autoinmune que en la población general. Y a la inversa, la Tiroiditis Autoinmune apareció con una frecuencia 9 veces superior en los pacientes con Sjögren (Jara LJ y cols, Clin Rheumatol, 2007). Esto indica la necesidad de investigar la posibilidad de Sjögren en pacientes con Hashimoto y viceversa.
Existen antígenos compartidos  tanto en el tiroides como en las glándulas salivares, lo que podría ser la causa de la asociación entre ambas enfermedades.
Por lo tanto, debemos ser cautos ante síntomas aparentemente inocuos como la sequedad de ojos (que se trata simplemente con lágrimas artificiales), que puede indicar esta enfermedad autoinmune. Asimismo valorar en estos pacientes la posible asociación de un hipotiroidismo subclinico tratable.

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Nódulos tiroideos y bocio: Qué son y como actuar

8/31/2016

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Nódulos tiroideos y bocio.
 ¿Qué son los nódulos tiroideos y el bocio tiroideo?
Llamamos bocio al abultamiento de la parte anterior e inferior del cuello debido a un aumento de tamaño de la glándula tiroides. Los nódulos son bultos en la glándula tiroides. 
Generalmente ambas condiciones son indoloras, pero es recomendable acudir a su médico en cuanto se detecte algún pequeño abultamiento en esta zona o un abultamiento difuso.
En la mayor parte de los casos, el bocio se desarrolla de una manera lenta, por lo que podemos no darnos cuenta, y es algún familiar o amigo el que, al vernos después de algún tiempo, nota que tenemos un abultamiento en el cuello.
Sabemos que los nódulos y el bocio son más frecuentes en las mujeres y que aumenta de frecuencia con la edad.
Si se observa una hinchazón o  un nódulo en el cuello, consulte con su médico cuanto antes. La mayor parte de los nódulos son inofensivos, pero resulta conveniente descartar cuanto antes aquellos pocos que pudieran ser cancerosos.
 
Principales tipos de nódulos y de bocio.
 Nódulo tiroideo único o solitario.
Suelen ser benignos y no necesitar más que controles periódicos. En algunos casos pueden ser hiperfuncionantes, y pueden necesitar tratamiento médico o quirúrgico. Existe un pequeño número de casos que pueden ser malignos, y requerirán cirugía.
 
Nódulos tiroideos múltiples.
También llamado bocio multinodular. Es frecuente y no suele requerir cirugía, a no ser que su gran tamaño pueda generar problemas al tragar o al respirar. Es raro encontrar un cáncer en un bocio multinodular.
 
Bocio difuso.    
Suele estar causado por enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves. A veces el tiroides crece hacia abajo, por detrás del esternón y puede no ser visible. Se le llama bocio intratorácico y puede requerir cirugía si comprime a la tráquea o el esófago.
 
Existen varios tipos de nódulos tiroideos, la mayor parte de ellos son nódulos benignos de distinto tipo, incluidos quistes.
El cáncer de tiroides es raro, y tiene unas tasas altas de curación. Su tratamiento requiere cirugía seguida de yodo radiactivo en algunos casos. La eliminación completa de la glándula requerirá un tratamiento de hormona tiroidea de por vida.
 
¿Cuáles son las pruebas que se usan para el estudio de nódulos y del bocio?
-Análisis de sangre: Suele ser lo primero que se realiza para analizar si el tiroides funciona correctamente o hay un hipo o hipertiroidismo.

-Ecografía: Es el método de imagen más fiable para el diagnóstico y el seguimiento de los nódulos y del bocio. Es una prueba indolora, inofensiva, rápida y económica. Se pueden ver todos los nódulos y puede dar información importante sobre un nódulo sospechoso de malignidad.

-Punción con aguja fina: Se trata de obtener una muestra de un nódulo mediante una punción con una aguja muy fina, como las que se usan para las inyecciones habituales. En muchas ocasiones usamos la ecografía para guiar la aguja hacia la zona que queremos analizar. Es una técnica poco molesta, que se realiza en pocos minutos y que no requiere estancia en el hospital.

-TAC: En ocasiones lo utilizamos, sobre todo cuando existe un bocio intratorácico para valorar su extensión y relaciones con el resto de las estructuras del cuello y tórax.

-Gammagrafía: Requiere la punción intravenosa de una sustancia que se deposita en el tiroides y nos permite analizar su actividad. Puede valorar zonas o nódulos con actividad aumentada (zonas “calientes”) o disminuida (zonas “frías”).
 
Aspectos importantes.
 -Cualquier nódulo o hinchazón del cuello debe de estudiarse inmediatamente
-La mayor parte de los nódulos tiroideos NO son cancerosos.
-La mayor parte  de los cánceres tiroideos son curables.
-El tratamiento de cualquiera de estos nódulos y bocio puede incluir uno o varios de los siguientes: cirugía, yodo radioactivo, fármacos antitiroideos o comprimidos de Levotiroxina.
 
Está demostrado que los problemas tiroideos con frecuencia tienen un componente familiar, por lo que es recomendable que ante la duda, si existe algún familiar próximo con enfermedad tiroidea, se consulte a su médico.
 
Fuente: British Thyroid Foundation

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Perimenopausia e hipotiroidismo.

9/24/2015

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Estas dos condiciones presentan una serie de características comunes que pueden hacer confundir una con otra aunque también pueden coexistir ambas.

La perimenopausia es universal, ocurre en todas las mujeres. 
Entendemos por perimenopausia la transición normal o fisiológica entre los ciclos menstruales potencialmente fértiles y la menopausia, la fase final de la vida reproductiva. La perimenopausia puede comenzar a partir de la treintena hasta finales de los 40. La menopausia ocurre a una edad media de 51 años pero puede empezar normalmente entre los 40 y 55 años.

El hipotiroidismo es una enfermedad que afecta más a las mujeres que a los hombres, y se diagnóstica cada vez más frecuentemente con el aumento de la edad. Aunque existen muchas causas de hipotiroidismo, la más frecuente es la tiroiditis autoinmune o tiroiditis de Hashimoto.

Tanto el hipotiroidismo como la perimenopausia se asocian a unos síntomas comunes entre los que se pueden incluir el aumento de peso, los problemas de sueño, la fatiga crónica con pérdida de energía,  las alteraciones menstruales (a veces incluso con sangrados profusos) o la depresión.

Estos síntomas, en el caso de la perimenopausia se deben a las alteraciones hormonales y en el caso del hipotiroidismo a la caída del metabolismo por la disminución de hormona tiroidea en sangre.

¿Cómo se puede diferenciar entre la perimenopausia y el hipotiroidismo?

Evidentemente, si los síntomas aparecen fuera de la edad que corresponde a la perimenopausia se debe sospechar la posibilidad del hipotiroidismo.

Existen algunos síntomas típicos del hipotiroidismo, como es la caída del cabello, que no aparecen en la perimenopausia.
Uno de los síntomas típicos de la perimenopausia son los sofocos y la sudoración nocturna, aunque también en ocasiones se producen disregulaciones térmicas en el hipotiroidismo.

Sin embargo, en general podemos decir que los síntomas del hipotiroidismo y de la perimenopausia se pueden superponer, sin poder diferenciar clínicamente con claridad entre las dos entidades.

Dada la similitud de los síntomas entre ambas condiciones, sería recomendable ante la aparición de estos síntomas consultar con su médico para realizarse un sencillo análisis de hormona estimulante del tiroides (TSH), que indicará si existe o no una alteración en el funcionamiento de la glándula tiroides.

Debemos destacar, que es frecuente la aparición de un cuadro de hipotiroidismo precisamente en estas edades perimenopáusicas, con lo que se agravan y potencian algunos de los síntomas como las alteraciones del sueño la fatiga o la depresión.

Sin embargo, existe un pensamiento popular en ocasiones, que tiende a minimizar estos síntomas de fatiga y depresión, considerándolos como normales en el contexto de la edad o de las alteraciones menstruales. Además, en muchas ocasiones, la aparición de estos síntomas es progresiva y muchas mujeres se “hacen” a ellos.

Por lo tanto, creo que se debe conceder estos síntomas la importancia que requieren, y consultar al médico o ginecólogo en caso de duda.

La perimenopausia es un proceso normal y fisiológico, con una duración definida y que no debe alterar significativamente la actividad cotidiana de las mujeres en este momento de su vida.

El hipotiroidismo, es una enfermedad que requiere un tratamiento, y que en caso de no diagnosticarse, puede determinar una pérdida muy importante de la calidad de vida de estas pacientes, originando y manteniendo el aumento de peso, depresión, fatiga, insomnio etcétera, y que sería muy sencillo de controlar mediante un tratamiento hormonal suplementario.


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    Dra.Maria José Hurtado

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