En los últimos años, numerosos estudios han encontrado que el hipotiroidismo, tanto el manifiesto como el subclínico, podría ser el causante de un mayor riesgo de colesterol alto en la sangre, lo que llamamos hipercolesterolemia. Esta es una de las causas más importantes de enfermedad cardiovascular y de ictus cerebral. Afortunadamente, con el equilibrio de las hormonas tiroideas tendremos una ayuda para mantener el colesterol bajo control. El colesterol es necesario para desarrollar todo tipo de funciones importantes, entre las que se encuentran: fortalecer las membranas celulares y producir hormonas, vitaminas solubles en grasa y ácidos biliares necesarios para ayudar a digerir la grasa. Pero demasiado colesterol puede convertirse en algo malo, incluso mortal. Es posible que hayas oído que hay dos tipos de colesterol. El llamado colesterol “malo” se conoce como lipoproteínas de baja densidad (LDL- Low Density Lipoproteins) y el colesterol “bueno” estaría en forma de lipoproteínas de alta densidad, o HDL (High Density Lipoproteins). Demasiado colesterol malo o poco colesterol bueno, generalmente conduce a un desarrollo de la placa de colesterol (también conocida como placa de ateroma) en las arterias. Nuestro cuerpo precisa de las hormonas tiroideas para producir colesterol y para deshacerse del que no necesita. Cuando los niveles de hormona tiroidea son bajos (hipotiroidismo), el organismo no descompone y elimina el colesterol LDL (el “malo”) con la eficiencia habitual, y éste puede acumularse en la sangre, y depositarse en las paredes de las arterias creando placas de ateroma. Esta placa de ateroma determina una reducción del calibre de la arteria, y eventualmente puede ocurrir su oclusión completa, conduciendo a una pérdida de riego sanguíneo en el órgano afectado. En el caso del corazón ocasiona angina de pecho o infarto de miocardio; en el cerebro, ictus o infarto cerebral; en los riñones, insuficiencia renal; en las piernas, isquemia (lo que llamamos “claudicación” intermitente) Flujo sanguineo Placa de arteriosclerosis Los niveles de hormona tiroidea no tienen que estar muy alterados para ello.
Un estudio en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism (JCEM) encontró que los niveles elevados de TSH como factor único, pueden elevar los niveles de colesterol directamente, incluso si T3 y T4 son normales. Es decir, en lo que llamamos hipotiroidismo subclínico. ¿Significa esto que todos los pacientes con elevación del colesterol tienen una enfermedad tiroidea? No, la alteración de los niveles de colesterol tiene muchas otras causas, incluyendo genéticas y, sobre todo, ambientales (mala alimentación). Sin embargo, sí se ha visto que hasta en un 11% de pacientes con hipercolesterolemia se asociaba un hipotiroidismo, que podía no estar diagnosticado. Esto plantea que en pacientes con aumento del colesterol se deba hacer un análisis de hormona tiroidea. Sería una buena noticia para un paciente saber que corrigiendo su hipotiroidismo se podría normalizar el colesterol. Generalmente, en los pacientes hipotiroideos con un correcto control de sus niveles de TSH, el riesgo de enfermedades derivadas del aumento de colesterol es el mismo que el de la población general. Es recomendable para todos, no solo los pacientes hipotiroideos, llevar una dieta equilibrada, tener un peso adecuado y hacer algo de ejercicio según sus posibilidades físicas. Recordemos que las enfermedades derivadas de la ateromatosis son la primera causa de muerte en España (fuente: Instituto Nacional de Estadística). Fuentes: 1. - American Heart Association. Higher thyroid hormone levels associated with artery disease and death. Available at: www.heart.org/heartorg.. Accessed June 20, 2018. 2.- J Clin Endocrinol Metab. 2012 Aug;97(8):2724-31. doi: 10.1210/jc.2012-1133. Epub 2012 Jun 22. 3.- https://www.ine.es/prensa/edcm_2016.pdf |
AuthorDra.Maria José Hurtado Archives
Febrero 2019
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Todo
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