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Blog de enfermedades del tiroides

Depresión, ansiedad y Tiroiditis Autoinmune

5/30/2018

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Existe un fuerte vínculo entre la depresión y los trastornos de ansiedad y la tiroiditis autoinmune (AIT), una enfermedad tiroidea crónica que afecta aproximadamente al 10 por ciento de la población.
Científicos de Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (FAU) han demostrado que un tratamiento especial podría ayudar a muchos enfermos, especialmente a las mujeres.
 
La depresión y la ansiedad se encuentran entre los trastornos psiquiátricos más comunes en todo el mundo. En 2016, más de 260,000 pacientes ingresaron en el hospital para recibir tratamiento solo en Alemania, según las estadísticas de la Oficina Federal de Estadísticas.
 
Junto con el Prof. Dr. Johannes Kornhuber, Catedrático de Psiquiatría y Psicoterapia en FAU, y científicos de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Bonn, la Dra. Teja Wolfgang Grömer, médica en Bamberg y profesora en la Cátedra de Psiquiatría y Psicoterapia, ahora se ha demostrado un fuerte vínculo entre la depresión y los trastornos de ansiedad y la tiroiditis autoinmune. "Con los años, debo haber sido consultado por varios cientos de personas que sufren de depresión y ansiedad", informa la psiquiatra y ex investigadora de Max-Planck.
"A finales de 2015 noté una conexión marcada entre AIT y las otras dos afecciones, especialmente en pacientes que sufren de ambos. Después de darme cuenta de que más de una de cada dos personas diagnosticadas con ansiedad y depresión, y solo en estos casos, no en otras condiciones, también dieron positivo para anticuerpos, decidí investigar el problema con más detalle”. Con la ayuda de los coautores y una estudiante de psicología de la Universidad de Bamberg, Eva-Maria Siegmann, el Dr. Grömer elaboró ​​una visión general sistemática del estado actual de la investigación y calculó la fuerza de la conexión sobre la base de las estadísticas . Para su metaestudio, el Dr. Grömer combinó 21 estudios independientes basados ​​en un total de 36,174 participantes. 35,168 de los participantes sufrieron depresión y 34,094 por ansiedad.

La Dra. Grömer enfatiza que "la mayoría de los pacientes sintieron una sensación de alivio después de recibir el diagnóstico, ya que con mucha frecuencia les habían dejado sin explicación para sus síntomas".
La tiroiditis autoinmune conduce a una inflamación duradera de la glándula tiroides. Las hormonas de la tiroides influyen en el metabolismo y el equilibrio de la energía celular, así como en los niveles de energía percibida y la psique. AIT conduce a síntomas mentales específicos, que incluyen malestar interno, tensión y agotamiento. Las personas tienden a enfermar entre las edades de 30 y 50 años, y las mujeres se ven afectadas considerablemente más a menudo que los hombres. Como la enfermedad a menudo se vuelve aparente al mismo tiempo que la menopausia y tiende a no causar dolor, es fácil pasar por alto la inflamación de la glándula tiroides o diagnosticarla erróneamente como "síntomas de la menopausia" o depresión o ansiedad sola.

El hecho es que los cálculos han demostrado que los pacientes con AIT tienen 3,5 veces más probabilidades de sufrir depresión, o 2,3 veces más probabilidades de sufrir ansiedad. Esto no parece mucho al principio, pero como los tres trastornos son muy comunes, significa que los pacientes con AIT representan más del 40 por ciento de todos los casos de depresión y el 30 por ciento de todos los casos de ansiedad. El Dr. Grömer da una descripción detallada de la enfermedad en su artículo.

El artículo ofrece una descripción basada en la investigación exhaustiva de la literatura relevante que muestra cómo si los médicos reconocen los vínculos entre los trastornos pueden recetar un tratamiento especial y usar antidepresivos que no afectan el peso de los pacientes y el elemento de selenio en una etapa temprana. Asegurar que los pacientes estén bien informados es crucial. El Dr. Grömer recomienda, por lo tanto, evaluar a todos los pacientes diagnosticados con depresión y ansiedad por AIT, determinando qué anticuerpos tienen. Además, en futuras investigaciones psiquiátricas sobre la depresión o la ansiedad, las personas que sufren AIT deben ser reconocidas como un grupo separado con el fin de arrojar más luz sobre las conexiones.
 
Referencia
  1. Eva-Maria Siegmann, Helge H. O. Müller, Caroline Luecke, Alexandra Philipsen, Johannes Kornhuber, Teja Wolfgang Grömer. Association of Depression and Anxiety Disorders With Autoimmune Thyroiditis. JAMA Psychiatry, 2018; DOI: 10.1001/jamapsychiatry.2018.0190

Photo by Kat Jayne from Pexels

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Nódulos tiroideos y bocio: Qué son y como actuar

8/31/2016

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Nódulos tiroideos y bocio.
 ¿Qué son los nódulos tiroideos y el bocio tiroideo?
Llamamos bocio al abultamiento de la parte anterior e inferior del cuello debido a un aumento de tamaño de la glándula tiroides. Los nódulos son bultos en la glándula tiroides. 
Generalmente ambas condiciones son indoloras, pero es recomendable acudir a su médico en cuanto se detecte algún pequeño abultamiento en esta zona o un abultamiento difuso.
En la mayor parte de los casos, el bocio se desarrolla de una manera lenta, por lo que podemos no darnos cuenta, y es algún familiar o amigo el que, al vernos después de algún tiempo, nota que tenemos un abultamiento en el cuello.
Sabemos que los nódulos y el bocio son más frecuentes en las mujeres y que aumenta de frecuencia con la edad.
Si se observa una hinchazón o  un nódulo en el cuello, consulte con su médico cuanto antes. La mayor parte de los nódulos son inofensivos, pero resulta conveniente descartar cuanto antes aquellos pocos que pudieran ser cancerosos.
 
Principales tipos de nódulos y de bocio.
 Nódulo tiroideo único o solitario.
Suelen ser benignos y no necesitar más que controles periódicos. En algunos casos pueden ser hiperfuncionantes, y pueden necesitar tratamiento médico o quirúrgico. Existe un pequeño número de casos que pueden ser malignos, y requerirán cirugía.
 
Nódulos tiroideos múltiples.
También llamado bocio multinodular. Es frecuente y no suele requerir cirugía, a no ser que su gran tamaño pueda generar problemas al tragar o al respirar. Es raro encontrar un cáncer en un bocio multinodular.
 
Bocio difuso.    
Suele estar causado por enfermedades autoinmunes como la tiroiditis de Hashimoto y la enfermedad de Graves. A veces el tiroides crece hacia abajo, por detrás del esternón y puede no ser visible. Se le llama bocio intratorácico y puede requerir cirugía si comprime a la tráquea o el esófago.
 
Existen varios tipos de nódulos tiroideos, la mayor parte de ellos son nódulos benignos de distinto tipo, incluidos quistes.
El cáncer de tiroides es raro, y tiene unas tasas altas de curación. Su tratamiento requiere cirugía seguida de yodo radiactivo en algunos casos. La eliminación completa de la glándula requerirá un tratamiento de hormona tiroidea de por vida.
 
¿Cuáles son las pruebas que se usan para el estudio de nódulos y del bocio?
-Análisis de sangre: Suele ser lo primero que se realiza para analizar si el tiroides funciona correctamente o hay un hipo o hipertiroidismo.

-Ecografía: Es el método de imagen más fiable para el diagnóstico y el seguimiento de los nódulos y del bocio. Es una prueba indolora, inofensiva, rápida y económica. Se pueden ver todos los nódulos y puede dar información importante sobre un nódulo sospechoso de malignidad.

-Punción con aguja fina: Se trata de obtener una muestra de un nódulo mediante una punción con una aguja muy fina, como las que se usan para las inyecciones habituales. En muchas ocasiones usamos la ecografía para guiar la aguja hacia la zona que queremos analizar. Es una técnica poco molesta, que se realiza en pocos minutos y que no requiere estancia en el hospital.

-TAC: En ocasiones lo utilizamos, sobre todo cuando existe un bocio intratorácico para valorar su extensión y relaciones con el resto de las estructuras del cuello y tórax.

-Gammagrafía: Requiere la punción intravenosa de una sustancia que se deposita en el tiroides y nos permite analizar su actividad. Puede valorar zonas o nódulos con actividad aumentada (zonas “calientes”) o disminuida (zonas “frías”).
 
Aspectos importantes.
 -Cualquier nódulo o hinchazón del cuello debe de estudiarse inmediatamente
-La mayor parte de los nódulos tiroideos NO son cancerosos.
-La mayor parte  de los cánceres tiroideos son curables.
-El tratamiento de cualquiera de estos nódulos y bocio puede incluir uno o varios de los siguientes: cirugía, yodo radioactivo, fármacos antitiroideos o comprimidos de Levotiroxina.
 
Está demostrado que los problemas tiroideos con frecuencia tienen un componente familiar, por lo que es recomendable que ante la duda, si existe algún familiar próximo con enfermedad tiroidea, se consulte a su médico.
 
Fuente: British Thyroid Foundation

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Relación de la fibromialgia con la tiroiditis autoinmune

6/29/2016

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Relación de la fibromialgia con la tiroiditis autoinmune.
 
En los últimos años, se han publicado diversos estudios en prestigiosas revistas científicas que señalan la relación entre la tiroiditis autoinmune y la fibromialgia.
Por una parte, se ha comprobado que en los pacientes con tiroiditis autoinmune, empeoran los síntomas de la fibromialgia.
Pero también se ha visto que existe una correlación entre la fibromialgia y la patología tiroidea autoinmune, de manera que la primera aparece con más frecuencia en los pacientes con tiroiditis autoinmune que en el resto de la población general.
Se han descrito tasas de coexistencia de ambas enfermedades en el 31% de los pacientes con tiroiditis de Hashimoto, lo que a algunos investigadores ha hecho pensar que la relación causa-efecto entre la enfermedad tiroidea autoinmune y fibromialgia es más que una hipótesis, y que podría existir un papel de la tiroiditis de Hashimoto en la aparición de la fibromialgia.
 
Se han encontrado en un porcentaje elevado de pacientes con fibromialgia anticuerpos antitiroideos elevados.
​Existe un porcentaje significativo de pacientes mujeres con elevación de los anticuerpos antitiroideos pero valores “normales” de TSH y hormona tiroidea que presentan cuadros de fibromialgia. Esto nos indica que podrían existir pacientes con síndrome de fibromialgia que tuvieran una enfermedad tiroidea autoinmune asociada y no estuvieran diagnosticados, por esos valores hormonales normales (ya que no se suelen solicitar valoraciones de anticuerpos antitiroideos en personas con valores normales de TSH),
 
La relación entre ambas enfermedades tambiém existe a la inversa, cuando se estudian pacientes con fibromialgia y se valora la existencia de alteración tiroidea. Así, la incidencia de hipotiroidismo primario en la población general se encuentra entre el 1% y el 5%., sin embargo, entre los pacientes con fibromialgia, esta frecuencia se eleva hasta el 10%-25%.
 
¿Significa esto que tratando el hipotiroidismo trataremos también la fibromialgia?
 
Numerosos estudios consideran que sí.  
En los casos en los que ambas patologías se asocian todas las investigaciones apuntan a esta posibilidad. Se ha comprobado la recuperación de los síntomas de la fibromialgia en ensayos clínicos en los que se ha incluido tratamiento con terapia hormonal tiroidea.

Image courtesy of sixninepixels at FreeDigitalPhotos.net

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Tiroides desecado: Mentiras y realidades

10/15/2015

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​El extracto de tiroides desecado, preparado a partir de glándulas tiroideas animales, era la forma habitual de tratamiento para el hipotiroidismo antes de que se descubrieran las hormonas tiroideas individuales T3 y T4, y se obtuvieran de forma sintética para su comercialización.

Durante la década de los 60, numerosos médicos empezaron a suspender el uso del tiroides de origen animal, ya que se comprobó que su potencia y efectividad podía variar entre los distintos lotes, lo que hacía difícil la optimización y el mantenimiento de los niveles de hormona tiroidea del paciente.

Actualmente, el tiroides desecado, también llamado “Armour Thyroid” (literalmente, tiroides blindado), se obtiene del tiroides de cerdo.

Existen numerosas páginas webs y foros, que animan al consumo de este tipo de medicamento, bajo la etiqueta de que se trata de una medicación “natural”.
No obstante, me veo en la obligación de desmentir el hecho de que este tipo de tratamiento sea mejor que el tratamiento con tiroxina y el hecho de que sea un tratamiento natural.
Permitidme, que os ofrezca la opinión sobre este asunto de dos de las asociaciones más importantes de tiroides en el mundo como son la Asociación Americana del Tiroides (American Tryroyd Association-ATA-) y la Asociación Británica de Tiroides (British Thyroid Association-BTA-)
 
La  Asociación Americana del Tiroides (ATA), establece que (textualmente):
“aunque el tiroides desecado contiene tanto T4 como T3, el equilibrio de T4 y T3 en los animales no es el mismo que en los humanos, por lo que las hormonas en pastillas de tiroides animal no son necesariamente “naturales” para el cuerpo humano. Aún más, las cantidades tanto de T4 como de T3 pueden variar en cada lote de tiroides desecado, dificultando el mantenimiento de unos niveles sanguíneos adecuados de hormona. Finalmente, también las píldoras de tiroides desecado tienen productos químicos en su interior, para estabilizar el medicamento, por lo que no son completamente “naturales”. El tiroides desecado de origen animal raramente se prescribe, y no existe evidencia de que el tiroides desecado tenga ninguna ventaja sobre la hormona T4 sintética” (obtenido de: FAQ: Thyroid treatment.  American Thyroid Association. Página web June 6, 2012.).
 
También encontramos en la Asociación Británica del Ttiroides (BTA), advertencias contra el uso de hormona tiroidea desecada.
En la guía de esta sociedad se destaca que los extractos de tiroides desecado muestran unas cantidades excesivas de T3 en relación a T4 en comparación con los niveles hormonales humanos.
Establecen que existen fluctuaciones potenciales en los niveles hormonales, que puede ser impredecibles y determinar efectos adversos sobre la salud de los pacientes.
Destacan que no existe evidencia que favorezca la prescripción de este tipo de medicación en el tratamiento del hipotiroidismo en el Reino Unido sobre el tratamiento de T4 sintética.
Adicionalmente, también establecen que el coste del tratamiento con tiroides desecado puede ser superior a 20 libras al mes en comparación con una libra al mes de tratamiento con tiroxina.
(Fuente: Armour Thyroid (USP) and combined Thyroxine/Tri-iodothyronine as thyroid hormone replacement. A statement from the British Thyroid Association Executive Committee. February 2007).
 
Las guías de estas dos importantes asociaciones dejan nítidamente clara la poca efectividad del tratamiento con tiroides desecado e incluso su potencial peligro en circunstancias como el embarazo, donde alertan que no se debería emplear dado que los bajos niveles de T4 que pueden ocurrir con este tratamiento podrían determinar unos niveles intelectuales subnormales en el recién nacido.
 
Los datos aportados, parecen mostrar con claridad los riesgos que conlleva el tratamiento con hormona tiroidea desecada de animales a pesar de que existen numerosas páginas web y foros en los que se destacan las grandes ventajas de este medicamento.
En mi opinión, y coincidiendo con otros muchos colegas, creo que se debería desconfiar de las personas que prescriben esta medicación, y que quizá no siempre son médicos. 
 
 
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Perimenopausia e hipotiroidismo.

9/24/2015

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Estas dos condiciones presentan una serie de características comunes que pueden hacer confundir una con otra aunque también pueden coexistir ambas.

La perimenopausia es universal, ocurre en todas las mujeres. 
Entendemos por perimenopausia la transición normal o fisiológica entre los ciclos menstruales potencialmente fértiles y la menopausia, la fase final de la vida reproductiva. La perimenopausia puede comenzar a partir de la treintena hasta finales de los 40. La menopausia ocurre a una edad media de 51 años pero puede empezar normalmente entre los 40 y 55 años.

El hipotiroidismo es una enfermedad que afecta más a las mujeres que a los hombres, y se diagnóstica cada vez más frecuentemente con el aumento de la edad. Aunque existen muchas causas de hipotiroidismo, la más frecuente es la tiroiditis autoinmune o tiroiditis de Hashimoto.

Tanto el hipotiroidismo como la perimenopausia se asocian a unos síntomas comunes entre los que se pueden incluir el aumento de peso, los problemas de sueño, la fatiga crónica con pérdida de energía,  las alteraciones menstruales (a veces incluso con sangrados profusos) o la depresión.

Estos síntomas, en el caso de la perimenopausia se deben a las alteraciones hormonales y en el caso del hipotiroidismo a la caída del metabolismo por la disminución de hormona tiroidea en sangre.

¿Cómo se puede diferenciar entre la perimenopausia y el hipotiroidismo?

Evidentemente, si los síntomas aparecen fuera de la edad que corresponde a la perimenopausia se debe sospechar la posibilidad del hipotiroidismo.

Existen algunos síntomas típicos del hipotiroidismo, como es la caída del cabello, que no aparecen en la perimenopausia.
Uno de los síntomas típicos de la perimenopausia son los sofocos y la sudoración nocturna, aunque también en ocasiones se producen disregulaciones térmicas en el hipotiroidismo.

Sin embargo, en general podemos decir que los síntomas del hipotiroidismo y de la perimenopausia se pueden superponer, sin poder diferenciar clínicamente con claridad entre las dos entidades.

Dada la similitud de los síntomas entre ambas condiciones, sería recomendable ante la aparición de estos síntomas consultar con su médico para realizarse un sencillo análisis de hormona estimulante del tiroides (TSH), que indicará si existe o no una alteración en el funcionamiento de la glándula tiroides.

Debemos destacar, que es frecuente la aparición de un cuadro de hipotiroidismo precisamente en estas edades perimenopáusicas, con lo que se agravan y potencian algunos de los síntomas como las alteraciones del sueño la fatiga o la depresión.

Sin embargo, existe un pensamiento popular en ocasiones, que tiende a minimizar estos síntomas de fatiga y depresión, considerándolos como normales en el contexto de la edad o de las alteraciones menstruales. Además, en muchas ocasiones, la aparición de estos síntomas es progresiva y muchas mujeres se “hacen” a ellos.

Por lo tanto, creo que se debe conceder estos síntomas la importancia que requieren, y consultar al médico o ginecólogo en caso de duda.

La perimenopausia es un proceso normal y fisiológico, con una duración definida y que no debe alterar significativamente la actividad cotidiana de las mujeres en este momento de su vida.

El hipotiroidismo, es una enfermedad que requiere un tratamiento, y que en caso de no diagnosticarse, puede determinar una pérdida muy importante de la calidad de vida de estas pacientes, originando y manteniendo el aumento de peso, depresión, fatiga, insomnio etcétera, y que sería muy sencillo de controlar mediante un tratamiento hormonal suplementario.


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    Dra.Maria José Hurtado

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