El hipotiroidismo subclínico afecta a un 4-15% de la población occidental.
Esta forma de presentación del hipotiroidismo se define bioquímicamente por una elevación de los niveles de TSH, con niveles de T4 normales. Los pacientes con esta forma de hipotiroidismo pueden no presentar sintomatología alguna o mostrar síntomas vagos e inespecíficos, que en algunas ocasiones pueden ser sugestivos de hipotiroidismo: habitualmente una moderada fatiga, ganancia de peso sin causa justificada, o sequedad cutánea. Estos síntomas pueden pasar desapercibidos incluso a médicos que no piensen en la posibilidad de un hipotiroidismo subclínico. Un reciente estudio de la Universidad de Pisa demuestra que, además, los pacientes con esta enfermedad podrían presentar alteraciones mentales. Este estudio se ha publicado recientemente (agosto de 2015) en la prestigiosa revista The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism. Lo que hace especial a este estudio, respecto de otros anteriores, es que se analiza a pacientes jóvenes, por debajo de 75 años. Sus autores, demuestran que pacientes con edades inferior a los 75 años con hipotiroidismo subclínico presentan un “riesgo significativo” de deterioro cerebral e incluso de demencia. Los autores examinaron los resultados de 13 estudios sobre los efectos del hipotiroidismo subclínico, y encontraron un aumento del 56% del riesgo de deterioro de la función cerebral y un aumento del riesgo de demencia en un 81%. Algunos expertos, como el Dr. James Hennessey de la Facultad de Medicina de Harvard, apuntan que “en pacientes con hipotiroidismo subclínico pueden observarse síntomas neuro-cognitivos incipientes, e inespecíficos”. Y que “los pacientes con estos síntomas deberían realizarse un estudio de función tiroidea, y ser tratados con hormona tiroidea en caso de detectarse un hipotiroidismo subclínico”. Este estudio pone de relieve, que la afectación cognitiva a largo plazo podría ser mayor cuando el hipotiroidismo subclínico aparece en personas más jóvenes. Desgraciadamente, y dado que los síntomas del hipotiroidismo subclínico son muy sutiles o pasan desapercibidos, los signos de estas enfermedad se podrían considerar como signos normales de envejecimiento, y no diagnosticarse durante años. Sin embargo, y a pesar de la importancia potencial de estas investigaciones, no existen recomendaciones por las autoridades sanitarias sobre el screening o diagnóstico precoz de hipotiroidismo subclínico. Y no esperamos que esto se produzca en los próximos años. Por lo tanto, ojo con vuestros mayores. Podrían mostrar un deterioro cerebral debido a esta causa antes de diagnosticar otras enfermedades degenerativas como el Alzheimer. Pero también precaución en aquellas personas más jóvenes en la cuarta, quinta o sexta década de la vida, con antecedentes familares de hipotiroidismo (o incluso sin ellos), que podáis notar torpeza mental, olvidos frecuentes, o depresión inexplicada. No olvidéis acudir a vuestro médico y solicitar un estudio de TSH. Fuentes: Mild thyroid disorder could hurt brainpower. www.endocrineweb.com Subclinical hypothyroidism and cognitive impairment. Systematic review and meta.-analysis. Giusppe Pasqualetti y cols. The journal of clinical endocrinology & metabolism, August 25, 2015 Image courtesy of Stuart Miles at FreeDigitalPhotos.net La piel es el órgano que nos aísla y nos protege del exterior. Está compuesta por una capa exterior llamada epidermis y una capa más profunda, la dermis.
El funcionamiento de la piel depende del estado general del cuerpo y está controlado por hormonas como las tiroideas. El crecimiento del pelo depende de una manera muy particular de la hormona tiroidea. La producción de las glándulas sebáceas o grasas y el grosor de la piel también dependen de las hormonas tiroideas. En el hipotiroidismo, se produce una reducción del metabolismo. Como sabemos, el hipotiroidismo puede originarse por una enfermedad autoinmune (tiroiditis de Hashimoto) o por una causa secundaria como la cirugía de tiroides, una infección de la glándula tiroidea o traumatismo. El enlentecimiento de la función metabólica resulta en unos síntomas generales que ya conocemos como el cansancio la fatiga o el estreñimiento. En lo que respecta a la piel, en el hipotiroidismo aparece fría, seca y pálida. La sequedad puede ser extrema, incluso con ausencia de sudoración. Las palmas de las manos y las plantas de los pies pueden engrosarse y aparecer secas (queratoderma). El color de la piel puede tornarse amarillo por la alteración en el metabolismo de la vitamina A. Se produce una pérdida de cabello en todo el cuerpo, tanto en el cuero cabelludo como en cejas o pestañas. Se enlentece el crecimiento de las uñas, que aparecen gruesas y frágiles. El cambio cutáneo más frecuente es un mixedema generalizado. Esto es una hinchazón debida a una infiltración por una sustancia mucosa de la zona basal de la piel (dermis). La piel aparece hinchada, seca, pálida y con aspecto de cera. En el mixedema, al contrario que en el edema por otras causas, cuando apretamos con la punta del dedo en la zona hinchada, no se deforma. En la cara, pueden aparecer unos cambios característicos. La nariz puede aparecer engrosada, y los labios y párpados hinchados. Podemos comprobar que también las heridas cicatrizan más lentamente. De todas las alteraciones descritas, el problema más frecuente que se asocia al hipotiroidismo es la sequedad de la piel, que resulta más acusado en el invierno y en zonas poco húmedas y se agrava con la edad. Existen numerosas páginas web con soluciones cosméticas, y secretos de belleza para solucionar los problemas de la piel de las pacientes con hipotiroidismo. Ante todo, lo más importante es tener un control de la enfermedad por un facultativo experimentado, con un correcto balance de los niveles de medicación, y con seguimientos analíticos programados para detectar posibles cambios que obliguen a modificar el tratamiento. Con un control adecuado de la enfermedad, la mayor parte de los problemas cutáneos desaparecerán. Adicionalmente, por supuesto, los tratamientos dermatológicos y cosméticos apropiados dirigidos a mantener una correcta hidratación de la piel también serán de ayuda, sobre todo en casos donde haya una deshidratación cutánea severa. También os recomiendo una hidratación adecuada, con un consumo de agua de al menos un litro y medio al día. Esto, y el control de la enfermedad pueden ser unos grandes “secretos” de belleza. Image courtesy of marin at FreeDigitalPhotos.net El hipotiroidismo puede producir una profunda afectación muscular. Lo que llamamos miopatía hipotiroidea.
Esto no es nada nuevo, de hecho ya existe una primera descripción de esta alteración por el doctor W. Ord en 1880. Existen muchas publicaciones, especialmente en la literatura médica de la primera mitad del siglo XX, que describen las alteraciones musculares en pacientes con hipotiroidismo clínicamente establecido. Básicamente, se produce una atrofia y pérdida del tejido muscular normal que es sustituido por tejido de soporte (tejido conectivo) y grasa. Esto lleva a una atrofia de la musculatura. El problema, se produce cuando la alteración muscular es el primer síntoma del hipotiroidismo. En este caso, pueden aparecer dolores musculares generalizados en los miembros, dolores de espalda, generalmente empeorando por la noche lo que hace despertar en ocasiones a los pacientes. No suelen existir dolores en las articulaciones. La presencia de estos síntomas hace que muchos pacientes comiencen una peregrinación de consulta médica en consulta médica, obteniendo diagnósticos diversos incluyendo la fibromialgia, polimiositis idiopática, cansancio crónico, depresión, etcétera. En otro momento comentaré la relación entre la fibromialgia y el tiroides, que existe, aunque queda fuera del alcance de este artículo. En el caso que nos ocupa, la afectación muscular es consecuencia directa del hipotiroidismo y del descenso del metabolismo, llevando no sólo a las molestias musculares descritas sino también a una debilidad generalizada. La miopatía puede comenzar expresándose como una pérdida de la capacidad diaria en determinadas actividades, como el ejercicio que se realiza habitualmente, paseos, subir escaleras, etcétera, para continuar con el cuadro de molestias musculares generalizadas. Es importante, por lo tanto, en el diagnóstico de las miopatías, obtener siempre unos niveles de TSH, para descartar la posibilidad de un hipotiroidismo como causa de la clínica. Más raramente, puede existir un hipotiroidismo subclínico, que será más complicado de diagnosticar. En estos casos, los pacientes deben evaluarse por un médico experimentado que pueda detectar síntomas que orienten hacia el hipotiroidismo (aún con una TSH normal), aunque ni siquiera el paciente le de importancia a estos síntomas. La normalización de los niveles hormonales con un tratamiento apropiado, y el inicio de tratamiento hormonal en los casos de hipotiroidismo subclínico, llevará a una mejoría de la función muscular y a una recuperación de la actividad normal. Image courtesy of Flare at FreeDigitalPhotos.net |
AuthorDra.Maria José Hurtado Archives
Febrero 2019
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Todo
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