Desde los años 90, se está estudiando la relación entre el consumo de cigarrillos y el hipotiroidismo en los pacientes con tiroiditis de Hashimoto.
En diversas publicaciones se ha encontrado un aumento de personas con hipotiroidismo entre los pacientes de Hashimoto fumadores y también entre los ex-fumadores respecto de los pacientes no fumadores. Se ha relacionado con la presencia de un elemento llamado tiocianato, que es una sustancia anti tiroidea que se genera en los fumadores, y que podría producir el cuadro de hipotiroidismo en este grupo de pacientes. Sabemos que el cianuro es uno de los componentes del humo de los cigarrillos. Éste cianuro se puede convertir en tiocianato, que actúa como un agente antitiroideo, inhibiendo la captación de yodo por el tiroides y la síntesis de hormona tiroidea. Además del tiocianato, existen otros muchos componentes del humo del cigarrillo que podrían tener acciones anti tiroideas. Sin embargo, resulta curioso el hecho de que existan casos en los que se diagnostica hipotiroidismo después de haber dejado de fumar, lo que nos lleva a pensar que podría existir una relación más compleja entre el consumo de cigarrillos y la enfermedad tiroidea. ¿Protege de alguna manera el consumo de tabaco la aparición del hipotiroidismo o simplemente lo camufla? Existen varios estudios que han analizado este hecho. Por su impacto, destacaría una publicación reciente del año 2012, de la Asociación Americana del Tiroides (ATA) que realizó un estudio para verificar esta relación. Demostró que existía un incremento muy significativo en el diagnóstico de hipotiroidismo autoinmune en los primeros dos años tras dejar de fumar. También se comprobó que en el grupo de pacientes que había dejado de fumar y desarrollado hipotiroidismo existía un mayor aumento de peso que en los pacientes hipotiroideos no fumadores. Desconocemos las causas fisiológicas por las que puede aparecer hipotiroidismo después de dejar de fumar. Se ha apuntado la posibilidad de que el tabaco creara una elevación artificial del metabolismo que podría enmascarar la clínica del hipotiroidismo, aunque este hecho tampoco se ha podido demostrar. El aumento de peso, la depresión y la sensación de cansancio, suelen ser síntomas comunes tras dejar de fumar y generalmente se atribuyen a la “falta de nicotina”. Pero podrían también deberse a la aparición de un hipotiroidismo clínico no diagnosticado. Por ello, y ante esta relación entre la restricción de los cigarrillos y la aparición de hipotiroidismo clínico, los médicos deberíamos de prestar más atención a la historia médica de nuestros pacientes y recordar la posibilidad del hipotiroidismo como la causa de los síntomas que aparecen tras dejar de fumar. Personalmente, no tengo ninguna duda de que si tienes hipotiroidismo debes de dejar de fumar ahora, o no empezar nunca. Los efectos perniciosos del humo de los cigarrillos sobre el tiroides están muy bien definidos y demostrados desde hace tiempo, eso por no comentar sus efectos patógenos sobre el sistema respiratorio, cardiovascular o urogenital. Es cierto que tras dejar de fumar se puede experimentar un aumento de peso (la comida reduce la ansiedad tras dejar la nicotina), síntomas de depresión o de apatía y cansancio. Sin embargo, estos síntomas no deberían ser duraderos y su persistencia a lo largo de varios meses tras dejar el tabaco debería plantear realizarse una sencilla revisión para descartar la aparición de hipotiroidismo. Image courtesy of Goldy at FreeDigitalPhotos.net |
AuthorDra.Maria José Hurtado Archives
Febrero 2019
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