Os adjunto el PDF en inglés, original.
Si tienes una tiroides poco activa, una condición llamada hipotiroidismo, el ejercicio es probablemente lo último en lo que pienses. Después de todo, los síntomas como fatiga, hinchazón y dolor en las articulaciones y músculos, hacen que no te apetezca especialmente salir a correr por el parque.
Sin embargo, los expertos dicen que la actividad física ayuda a sentirse mejor. ¿Qué tipo de entrenamiento debo hacer? Si tu enfermedad está bien controlada, deberías poder hacer la misma actividad física que una persona sin un trastorno tiroideo. Pero si estás comenzando un plan de ejercicios o si todavía tienes síntomas, lo mejor es hacer ejercicios aeróbicos de bajo impacto, y de fortalecimiento. Esto evitará molestias. Puedes probar estas actividades: Caminar: uno de los entrenamientos más fáciles de hacer. Todo lo que necesitas es un par de zapatos cómodos. Fortalece tu corazón y quema aproximadamente 280 calorías por hora. Ejercicios aeróbicos acuáticos: si tienes hinchazón en los tobillos o los pies, algunos ejercicios pueden ser dolorosos. El aeróbic acuático es una buena opción. El agua reduce el impacto en tus articulaciones, mientras fortalece la musculatura. Yoga: estira y fortalece tus músculos. También te ayuda a concentrarte en la respiración. Un estudio encontró que las personas con hipotiroidismo tenían mejor función pulmonar después de practicar yoga respiratorio durante 6 meses. Tai chi: descrita como "meditación en movimiento", esta forma de arte marcial a "cámara lenta" es un destructor de estrés. La investigación muestra que puede ayudar a mejorar la fuerza, el equilibrio y el estado de ánimo. Entrenamiento de fuerza: ya sea levantando pesas o utilizando tu peso corporal, el desarrollar músculo te ayuda a quemar más calorías, incluso cuando estás sentado quieto. Y eso puede ayudarte a adelgazar. Los músculos fuertes también ayudan a aliviar la presión en las articulaciones. ¿Por qué debería moverme? Si bien la medicación que te prescribe tu médico es la única forma de que tu cuerpo disponga de más hormonas tiroideas, el ejercicio puede ayudar a solucionar algunos de los problemas que acompañan al hipotiroidismo. Hacer ejercicio 3 horas a la semana mejora tu salud física y mental, y tu calidad de vida. Beneficios del ejercicio: - mejora tu estado de ánimo - reduce el estrés - ayuda a tu cuerpo a producir más endorfinas (te hacen sentir más optimista) - te ayuda a perder peso - aumenta tu energía ¿Cómo puedes empezar? Poco a poco. Antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, consulta a tu médico. En los últimos años, numerosos estudios han encontrado que el hipotiroidismo, tanto el manifiesto como el subclínico, podría ser el causante de un mayor riesgo de colesterol alto en la sangre, lo que llamamos hipercolesterolemia. Esta es una de las causas más importantes de enfermedad cardiovascular y de ictus cerebral. Afortunadamente, con el equilibrio de las hormonas tiroideas tendremos una ayuda para mantener el colesterol bajo control. El colesterol es necesario para desarrollar todo tipo de funciones importantes, entre las que se encuentran: fortalecer las membranas celulares y producir hormonas, vitaminas solubles en grasa y ácidos biliares necesarios para ayudar a digerir la grasa. Pero demasiado colesterol puede convertirse en algo malo, incluso mortal. Es posible que hayas oído que hay dos tipos de colesterol. El llamado colesterol “malo” se conoce como lipoproteínas de baja densidad (LDL- Low Density Lipoproteins) y el colesterol “bueno” estaría en forma de lipoproteínas de alta densidad, o HDL (High Density Lipoproteins). Demasiado colesterol malo o poco colesterol bueno, generalmente conduce a un desarrollo de la placa de colesterol (también conocida como placa de ateroma) en las arterias. Nuestro cuerpo precisa de las hormonas tiroideas para producir colesterol y para deshacerse del que no necesita. Cuando los niveles de hormona tiroidea son bajos (hipotiroidismo), el organismo no descompone y elimina el colesterol LDL (el “malo”) con la eficiencia habitual, y éste puede acumularse en la sangre, y depositarse en las paredes de las arterias creando placas de ateroma. Esta placa de ateroma determina una reducción del calibre de la arteria, y eventualmente puede ocurrir su oclusión completa, conduciendo a una pérdida de riego sanguíneo en el órgano afectado. En el caso del corazón ocasiona angina de pecho o infarto de miocardio; en el cerebro, ictus o infarto cerebral; en los riñones, insuficiencia renal; en las piernas, isquemia (lo que llamamos “claudicación” intermitente) Flujo sanguineo Placa de arteriosclerosis Los niveles de hormona tiroidea no tienen que estar muy alterados para ello.
Un estudio en The Journal of Clinical Endocrinology and Metabolism (JCEM) encontró que los niveles elevados de TSH como factor único, pueden elevar los niveles de colesterol directamente, incluso si T3 y T4 son normales. Es decir, en lo que llamamos hipotiroidismo subclínico. ¿Significa esto que todos los pacientes con elevación del colesterol tienen una enfermedad tiroidea? No, la alteración de los niveles de colesterol tiene muchas otras causas, incluyendo genéticas y, sobre todo, ambientales (mala alimentación). Sin embargo, sí se ha visto que hasta en un 11% de pacientes con hipercolesterolemia se asociaba un hipotiroidismo, que podía no estar diagnosticado. Esto plantea que en pacientes con aumento del colesterol se deba hacer un análisis de hormona tiroidea. Sería una buena noticia para un paciente saber que corrigiendo su hipotiroidismo se podría normalizar el colesterol. Generalmente, en los pacientes hipotiroideos con un correcto control de sus niveles de TSH, el riesgo de enfermedades derivadas del aumento de colesterol es el mismo que el de la población general. Es recomendable para todos, no solo los pacientes hipotiroideos, llevar una dieta equilibrada, tener un peso adecuado y hacer algo de ejercicio según sus posibilidades físicas. Recordemos que las enfermedades derivadas de la ateromatosis son la primera causa de muerte en España (fuente: Instituto Nacional de Estadística). Fuentes: 1. - American Heart Association. Higher thyroid hormone levels associated with artery disease and death. Available at: www.heart.org/heartorg.. Accessed June 20, 2018. 2.- J Clin Endocrinol Metab. 2012 Aug;97(8):2724-31. doi: 10.1210/jc.2012-1133. Epub 2012 Jun 22. 3.- https://www.ine.es/prensa/edcm_2016.pdf ¿Qué es la enfermedad de Hashimoto?
La tiroiditis de Hashimoto es una enfermedad autoinmune en la cual el sistema inmunológico del cuerpo ataca la glándula tiroides, lo que lleva a una tiroides poco activa o hipotiroidismo. Es la causa más común de hipotiroidismo en Europa y América del Norte. ¿Cuáles son sus síntomas? La tiroiditis de Hashimoto se desarrolla gradualmente durante varios años, causando un daño progresivo de la tiroides. Los niveles de hormonas tiroideas del paciente disminuyen muy gradualmente, por lo que los síntomas se desarrollan de una manera muy lenta, y en ocasiones los pacientes pueden “acostumbrarse” a los mismos y considerar que forma parte de los “achaques” de la edad. Los signos y síntomas de la enfermedad de Hashimoto se superponen con otros tipos de hipotiroidismo. Algunos síntomas pueden ser: Sensibilidad anormal al frío. Un aumento en los niveles de colesterol en la sangre. Estreñimiento Dificultad para concentrarse Depresión Piel seca Aumento de tamaño del cuello: Bocio. Cansancio general Menstruación prolongada en mujeres, con sangrado anormalmente intenso. Dolor muscular Piel pálida Rigidez, especialmente las manos y los pies. La voz se vuelve ronca. Estos síntomas no aparecen todos, sino en ocasiones solo alguno aislado, y , al tiempo, otro, lo que hace que el paciente no los reconozca y que sean muy difíciles de detectar por el médico, si no se piensa en el hipotiroidismo. Un retraso escolar en un niño, una depresión en el adulto, un paciente con fibromialgias; todos estos síntomas pueden ser la expresión de un hipotiroisimo sintomático. ¿Qué causa esta enfermedad? La enfermedad de Hashimoto es una inflamación de la glándula tiroides. Algunos tipos de tiroiditis son causados por una infección, pero la enfermedad de Hashimoto no es una infección. Es una enfermedad autoinmune. El sistema inmunológico está diseñado para atacar y eliminar invasores dañinos del cuerpo, como bacterias, virus y toxinas. En personas con una enfermedad autoinmune, el sistema inmunológico confunde las células buenas con las malas y las ataca por error. La tiroiditis de Hashimoto ocurre cuando el sistema inmunitario ve erróneamente que las células normales de la glándula tiroides son dañinas y las ataca. Algunos científicos creen que un virus o una bacteria pueden desencadenar la respuesta, mientras que otros creen que puede haber un defecto genético hereditario. Una combinación de factores (incluyendo la herencia genética, edad y sexo) pueden determinar la predisposición a desarrollar la enfermedad. Factores de riesgo: Sexo: Las mujeres tienen una mayor predisposición a padecer la enfermedad de Hashimoto. Edad: La enfermedad de Hashimoto puede aparecer a cualquier edad, incluyendo la infancia, pero es más frecuente en pacientes de mediana edad. Herencia: Tendrás un riesgo superior de padecer Hashimoto, si tienes familiares con esta enfermedad u otras enfermedades autoinmunes. Madres con Hashimoto, tened presente esta posibilidad en vuestros hijos y realizad los chequeos oportunos. Otras enfermedades autoinmunes. Tener otra enfermedad de este tipo, como la artritis reumatoide, el lupus o la diabetes tipo 1, aumenta el riesgo de desarrollar enfermedad de Hashimoto. Radiación. La gente expuesta a niveles excesivos de radiación ambiental tendrám más posibilidad de desarrollar la enfermedad. Complicaciones. ¿Qué sucede si dejamos desarrollarse la enfermedad sin tratamiento? El tiroides controla todo nuestro metabolismo y su alteración prolongada puede tener efectos devastadores, incluyendo: Enfermedades cardíacas e ictus cerebral. Debido a alteraciones vasculares derivadas de un aumento del colesterol “malo” Enfermedades mentales. La depresión puede aparecer como uno de los primeros sintomas de la enfermedad de Hashimoto y empeorar progresivamente. También produce un enlentecimiento de los procesos mentales y reducción de la líbido. Mixedema. Se trata de una condición poco frecuente, pero potencialmente mortal, que conduce a un profundo letargo y coma. Defectos congénitos. Los hijos de pacientes con hipotiroidismo no tratado son más propensos a presentar alteraciones intelectuales y del desarrollo. Tambiém otros defectos como el labio leporino. Es recomendables que revises tus niveles de hormonas tiroideas si planeas quedarte embarazada o si te has quedado embarazada recientemente. Foto: Hakaru Hashimoto, descubridor de la enfermedad. Fuente: Mayo Clinic. Haz clic aquí para editar. Existe un fuerte vínculo entre la depresión y los trastornos de ansiedad y la tiroiditis autoinmune (AIT), una enfermedad tiroidea crónica que afecta aproximadamente al 10 por ciento de la población.
Científicos de Friedrich-Alexander-Universität Erlangen-Nürnberg (FAU) han demostrado que un tratamiento especial podría ayudar a muchos enfermos, especialmente a las mujeres. La depresión y la ansiedad se encuentran entre los trastornos psiquiátricos más comunes en todo el mundo. En 2016, más de 260,000 pacientes ingresaron en el hospital para recibir tratamiento solo en Alemania, según las estadísticas de la Oficina Federal de Estadísticas. Junto con el Prof. Dr. Johannes Kornhuber, Catedrático de Psiquiatría y Psicoterapia en FAU, y científicos de la Clínica Psiquiátrica de la Universidad de Bonn, la Dra. Teja Wolfgang Grömer, médica en Bamberg y profesora en la Cátedra de Psiquiatría y Psicoterapia, ahora se ha demostrado un fuerte vínculo entre la depresión y los trastornos de ansiedad y la tiroiditis autoinmune. "Con los años, debo haber sido consultado por varios cientos de personas que sufren de depresión y ansiedad", informa la psiquiatra y ex investigadora de Max-Planck. "A finales de 2015 noté una conexión marcada entre AIT y las otras dos afecciones, especialmente en pacientes que sufren de ambos. Después de darme cuenta de que más de una de cada dos personas diagnosticadas con ansiedad y depresión, y solo en estos casos, no en otras condiciones, también dieron positivo para anticuerpos, decidí investigar el problema con más detalle”. Con la ayuda de los coautores y una estudiante de psicología de la Universidad de Bamberg, Eva-Maria Siegmann, el Dr. Grömer elaboró una visión general sistemática del estado actual de la investigación y calculó la fuerza de la conexión sobre la base de las estadísticas . Para su metaestudio, el Dr. Grömer combinó 21 estudios independientes basados en un total de 36,174 participantes. 35,168 de los participantes sufrieron depresión y 34,094 por ansiedad. La Dra. Grömer enfatiza que "la mayoría de los pacientes sintieron una sensación de alivio después de recibir el diagnóstico, ya que con mucha frecuencia les habían dejado sin explicación para sus síntomas". La tiroiditis autoinmune conduce a una inflamación duradera de la glándula tiroides. Las hormonas de la tiroides influyen en el metabolismo y el equilibrio de la energía celular, así como en los niveles de energía percibida y la psique. AIT conduce a síntomas mentales específicos, que incluyen malestar interno, tensión y agotamiento. Las personas tienden a enfermar entre las edades de 30 y 50 años, y las mujeres se ven afectadas considerablemente más a menudo que los hombres. Como la enfermedad a menudo se vuelve aparente al mismo tiempo que la menopausia y tiende a no causar dolor, es fácil pasar por alto la inflamación de la glándula tiroides o diagnosticarla erróneamente como "síntomas de la menopausia" o depresión o ansiedad sola. El hecho es que los cálculos han demostrado que los pacientes con AIT tienen 3,5 veces más probabilidades de sufrir depresión, o 2,3 veces más probabilidades de sufrir ansiedad. Esto no parece mucho al principio, pero como los tres trastornos son muy comunes, significa que los pacientes con AIT representan más del 40 por ciento de todos los casos de depresión y el 30 por ciento de todos los casos de ansiedad. El Dr. Grömer da una descripción detallada de la enfermedad en su artículo. El artículo ofrece una descripción basada en la investigación exhaustiva de la literatura relevante que muestra cómo si los médicos reconocen los vínculos entre los trastornos pueden recetar un tratamiento especial y usar antidepresivos que no afectan el peso de los pacientes y el elemento de selenio en una etapa temprana. Asegurar que los pacientes estén bien informados es crucial. El Dr. Grömer recomienda, por lo tanto, evaluar a todos los pacientes diagnosticados con depresión y ansiedad por AIT, determinando qué anticuerpos tienen. Además, en futuras investigaciones psiquiátricas sobre la depresión o la ansiedad, las personas que sufren AIT deben ser reconocidas como un grupo separado con el fin de arrojar más luz sobre las conexiones. Referencia
Photo by Kat Jayne from Pexels El Síndrome de Fatiga Crónica es una enfermedad frecuente, caracterizada por períodos prolongados de debilidad, fatiga y depresión. Su diagnóstico se basa predominantemente en los síntomas, y en descartar cualquier condición médica subyacente, más que en pruebas de laboratorio y examen físico.
Curiosamente, varios síntomas se parecen a los del Hipotiroidismo, una afección en la que la glándula tiroides no produce suficientes hormonas tiroideas. En el Hipotiroidismo, el cuerpo trata de estimular la actividad del tiroides (que produce pocas hormonas T3 y T4) liberando más hormona estimulante del tiroides (TSH). Esto supone un aumento de la TSH en sangre, que detectamos en los análisis. Los investigadores compararon la función tiroidea y los marcadores de inflamación, entre pacientes con Síndrome de Fatiga Crónica (SFC) y personas sanas. Sorprendentemente, los pacientes con SFC tenían niveles séricos más bajos de ciertas hormonas tiroideas, como triyodotironina (T3) y tiroxina (T4), pero niveles normales deTSH. Este contraste en los niveles de la TSH, llevó a los autores del estudio a suponer que el Síndrome de Fatiga Crónica es causado por baja actividad de las hormonas tiroideas, en ausencia de enfermedad tiroidea. Los análisis adicionales indicaron que los pacientes con SFC tenían un menor nivel de yodo en la orina, así como marcadores de inflamación de bajo grado, como ocurre en los pacientes con Hipotiroidismo. Sin embargo, estos pacientes con SFC tenían niveles relativamente más altos de otra hormona tiroidea llamada "T3 inversa" o rT3 (se trata de una hormona de baja actividad). Esto parecía deberse a un cambio en la producción de hormonas, donde el cuerpo prefería convertir T4 en rT3 en lugar de producir T3 (hormona más activa). Los bajos niveles de T3 encontrados en pacientes con SFC, junto con este cambio a rT3, podrían ocasionar niveles de T3 severamente reducidos en los tejidos. La presencia de rT3, podría indicar a la hipófisis que todo va bien, y evitar un aumento de secreción de TSH. Se realizaron dos análisis de sensibilidad para verificar esta asociación entre el SFC, los parámetros tiroideos y la inflamación de bajo grado. Dice la Dra. Ruiz-Núñez: "Esto fortalece considerablemente los resultados de nuestras pruebas". Los investigadores creen que la inclusión de información clínica del paciente, como la duración de la enfermedad, permitiría una correlación con sus perfiles bioquímicos. Además, aunque el estudio demuestra un vínculo entre los síntomas del Síndrome de Fatiga Crónica y los niveles bajos de hormonas tiroideas, aún se desconoce la causa definitiva del SFC. Si los hallazgos del estudio se confirman mediante investigaciones adicionales, podemos estar en el camino de un tratamiento para el Síndrome de Fatiga Crónica. Fuente;
La infertilidad de causa inexplicada podría tener relación con niveles de TSH considerados normales.1/13/2018 Después de muchos años ayudando a mujeres con problemas de fertilidad y niveles de TSH, que otros especialistas consideraban normales, por fin las investigaciones serias van confirmando hechos que se intuían en la práctica clínica diaria.
La infertilidad inexplicable puede conducir a las parejas a un peregrinaje desalentador por clínicas, especialistas y pruebas, y a un desembolso económico importante, por no hablar del daño emocional. Quizá un sencillo test sanguíneo visto por ojos expertos pueda ayudar. El estudio realizado en el área de Boston, Massachusetts, encontró que las mujeres que sufrían infertilidad inexplicable, tenían casi el doble de probabilidades de tener niveles más altos de TSH. La infertilidad inexplicable ocurre cuando las parejas no consiguen embarazo durante un año intentándolo, sin una razón médica para ello. Alrededor del 10 por ciento de las mujeres estadounidenses de entre 15 y 44 años tienen dificultades para quedar embarazadas ¡En España esta tasa se encuentra entre el 15 y el 17%!. Entre un 10 y el 30 por ciento de ellas se considera que tienen infertilidad inexplicable. Según el autor principal del estudio, Pouneh K. Fazeli, MD, MPH, del Massachusetts General Hospital y Harvard Medical School en Boston, Mass. "Dado que nuestro estudio muestra que las mujeres con infertilidad inexplicable tienen niveles de TSH más altos en comparación con las mujeres que experimentan infertilidad debido a una causa conocida, se necesita más investigación para determinar si la Levotiroxina puede mejorar sus posibilidades de quedar embarazada”. Esto podría abrir nuevas vías para posibles tratamientos. Fuente: Tahereh Orouji Jokar, Lindsay T Fourman, Hang Lee, Katherine Mentzinger, Pouneh K Fazeli. Higher TSH levels within the normal range are associated with unexplained infertility. The Journal of Clinical Endocrinology & Metabolism, Dec 19, 2017; DOI: 10.1210/jc.2017-02120 Image courtesy of nenetus at FreeDigitalPhotos.net El síndrome de Sjögren es una enfermedad autoinmune que causa sequedad, particularmente en los ojos y la boca.
En las enfermedades autoinmunes el sistema inmunológico no funciona correctamente y ataca a tejidos sanos, ocasionando daño e inflamación. En este síndrome, las células del sistema inmunológico, conocidas como linfocitos, atacan a las células normales de las glándulas exocrinas, las que secretan las sustancias humectantes de los ojos, la boca (glándulas lacrimales, salivares...) y otros tejidos. Esto genera la inflamación y la destrucción de las glándulas exocrinas, lo cual impide la producción de las sustancias humectantes. El síntoma más común del síndrome de Sjögren es tener sequedad grave en los ojos y la boca. Esta dura, al menos, 3 meses y no es provocada por ningún medicamento que esté tomando. Puede sentir los ojos arenosos y con comezón. Puede tener problemas para tragar, comer alimentos secos o, incluso, hablar. También es posible que se sienta muy cansado. En casos más graves del síndrome de Sjögren, una persona puede tener sequedad en otras áreas del cuerpo que tienen membranas mucosas. La sequedad de las membranas de las articulaciones puede provocar inflamación (hinchazón) y, eventualmente, artritis. La sequedad provocada por el síndrome de Sjögren puede dañar el tejido de los pulmones (lo que puede causar tos seca crónica o duradera), o los riñones. Desde hace ya algunos años, se viene describiendo una asociación frecuente de esta enfermedad con la tiroiditis autoinmune de Hashimoto. Esto supone una predisposición genética y/o ambiental común con unos mecanismos de generación similares. Se ha descrito que la enfermedad de Sjögren era 10 veces más frecuente en los pacientes con Tiroiditis Autoinmune que en la población general. Y a la inversa, la Tiroiditis Autoinmune apareció con una frecuencia 9 veces superior en los pacientes con Sjögren (Jara LJ y cols, Clin Rheumatol, 2007). Esto indica la necesidad de investigar la posibilidad de Sjögren en pacientes con Hashimoto y viceversa. Existen antígenos compartidos tanto en el tiroides como en las glándulas salivares, lo que podría ser la causa de la asociación entre ambas enfermedades. Por lo tanto, debemos ser cautos ante síntomas aparentemente inocuos como la sequedad de ojos (que se trata simplemente con lágrimas artificiales), que puede indicar esta enfermedad autoinmune. Asimismo valorar en estos pacientes la posible asociación de un hipotiroidismo subclinico tratable. Uno de los problemas de salud que más afecta a la población, y en ocasiones más complejo de resolver, es el de la migraña y los dolores de cabeza crónicos.
Existen numerosas alteraciones que pueden causar estos síntomas, aunque en un gran porcentaje de los casos, los médicos clasifican la causa como “idiopática” (es decir, desconocida). De esta forma se trata el síntoma sin saber con certeza si existe una causa desencadenante. Ya conocíamos que uno de los síntomas del hipotiroidismo podía ser la cefalea. Sin embargo, no ha sido hasta recientemente que la comunidad científica se ha planteado lo contrario: ¿Tienen los pacientes con cefalea más riesgo de desarrollar hipotiroidismo? ¿Podría entonces desaparecer este síntoma al tratar el hipotiroidismo? A la primera pregunta, recientes publicaciones han contestado efectivamente, que sí. Los pacientes con cefaleas crónicas tienen un riesgo aumentado de desarrollar o presentar hipotiroidismo no diagnosticado. Según el estudio publicado en “Headache” en 2016, los pacientes con cefalea presentan un 21% más probabilidad de desarrollar hipotiroidismo, y el riesgo todavía sería mayor (un 41%) en los pacientes con migraña. Según los autores del estudio, la cefalea y la migraña deberían de considerarse factores de riesgo para el hipotiroidismo, como lo son el sexo femenino y la edad. Por ello, recomiendan realizar chequeos periódicos para descartar hipotiroidismo en pacientes con migraña. El por qué existe esta relación no está claramente establecido. Se han propuesto distintas teorías, pero no se ha demostrado ninguna por el momento. Lo siguiente que cabría plantearse es si el tratamiento del hipotiroidismo reduce o soluciona las migrañas en este grupo de pacientes. En el reciente Congreso de la Academia Europea de Neurologia (Amsterdam, 24-27 de Junio de 2017), se ha presentado un estudio que muestra que en los pacientes con migraña que tienen un hipotiroidismo subclínico, el tratamiento con hormona tiroidea reduce el número y la severidad de las migrañas (recordemos que llamamos hipotiroidismo subclínico a la variedad de hipotiroidismo que cursa sin síntomas evidentes con alteración de las hormonas tiroideas en sangre). Es el primer estudio, que conozcamos, que demuestra una mejoría de las migrañas al tratar el hipotiroidismo subclínico. Los hallazgos de este estudio, también apoyan que los pacientes con migraña deberían someterse a un análisis de hormonas tiroideas. En conclusión, la relación entre las cefaleas y migrañas con el hipotiroidismo es todavía un tema de debate y de estudio, aunque las evidencias acumuladas apuntan a esta relación. Aún deben desarrollarse estudios adicionales que expliquen el mecanismo de esta relación. Sin embargo, parece indudable que un grupo de pacientes migrañosos podría beneficiarse del chequeo de enfermedades tiroideas y de su tratamiento si existiera. Image courtesy of marcolm at FreeDigitalPhotos.net Aprendí que la medicina es la dedicación al paciente. Que el médico “algunas veces cura, muchas alivia y siempre consuela”. Quizá sea un dicho antiguo, pero muy apropiado. A fin de cuentas aún realizamos el juramento de Hipócrates.
A lo largo de mi carrera profesional he ejercido tanto en el Sistema Público de Salud, como en la medicina privada. Esto, como a todos mis colegas en las mismas circunstancias, nos da una visión amplia de la sanidad en España, que es extensible a la mayor parte de Europa y América. En ambos sistemas sanitarios he encontrado ventajas e inconvenientes, y finalmente decidí decantarme por mis pacientes y ejercer libremente mi profesión. Esto me permite poder dedicar a cada paciente el tiempo necesario, charlar sin prisas, generar empatías y ese vínculo especial que debería crearse entre el médico y el paciente. También me permite evitar esperas innecesarias a los pacientes. El tiempo de los pacientes es muy importante para mí, e intento citar de forma que no tengan que esperar más de lo razonable. Creo firmemente que hacer esperar a un paciente es infravalorar su tiempo, cosa que por desgracia sucede en muchos centros y consultas. Luego apareció la telefonía móvil e Internet. Estas herramientas me brindaron una excelente oportunidad para mejorar la relación con mis pacientes. Ahora les podía atender por teléfono de forma inmediata si tenían una consulta urgente o estaban preocupados. El correo electrónico me permitía recibir consultas y documentos como análisis de sangre o ecografías, que podía estudiar tranquilamente sin necesidad de trasladarse el paciente a la consulta. Podía incluso asesorar a pacientes de otras partes de España y del mundo de habla hispana, y prestarles ayuda. Internet trajo también una proliferación extraordinaria de información médica disponible para todo el mundo. Ahora estamos a un click de decenas de miles de páginas que nos asesoran e informan sobre hipotiroidismo, y todo tipo de enfermedades. Cuando una persona recibe un diagnóstico, probablemente lo primero que hará será consultar en Internet sobre esa patología. La cantidad de información, y su diversidad (y en ocasiones con informaciones contradictorias), no solucionan muchas veces las dudas de los pacientes, sino que les confunde y genera incluso mayor ansiedad y preocupación. En demasiadas ocasiones, estas páginas web o de Facebook son reclamos para vender libros de autoayuda, suscripciones a determinados canales, medicamentos de dudosa procedencia y legalidad, etc. Es decir, negocios. Negocios basados en la angustia del paciente, muchas veces sin ningún médico detrás del mismo o simplemente figurando como treta legal. Resulta muy complicado encontrar información fiable sobre algún tema médico específico, ya que detrás de la mayor parte de estas páginas se encuentra un administrador o varios, pero no médicos. La escasez de información médica seria en español, originó la creación de la web www.tiroides.net, hace unos 10 años. Página creada por el Dr. José Esteban, con el que tuve el privilegio de trabajar durante todo ese tiempo. En ella se pretendió ofrecer la experiencia del Dr. Esteban en las enfermedades del tiroides a lo largo de 40 años de carrera profesional, incluyendo información sobre la patología tiroidea y un libro de acceso gratuito on line. En el año 2015 decido crear mi propia página web www.drahurtado.com. A través de ella quiero continuar con el propósito de difusión de la patología del tiroides, gratuita y de calidad. En ella plasmo la información que me parece más relevante sobre las enfermedades tiroideas y alteraciones relacionadas, un blog en el que publico las noticias que considero más relevantes y con base médica fiable, así como mis datos y forma de establecer contacto conmigo. Esta página no tiene anunciantes ni los tendrá. No tengo que responder ante nadie de ella, únicamente ante mis pacientes, y detrás de la página estoy yo personalmente. En relación con la página web, decido crear también en 2015 la página de Facebook Dra.Hurtado.Tiroides (https//:www.facebook.com/dra.hurtado/ ). El uso de las redes sociales puede ser también una herramienta útil para comunicarme con pacientes y transmitir información que me pueda parecer de interés, de una manera ágil, pudiendo también responder a consultas y comentarios a través de esta plataforma. El objeto de esta página de Facebook no es publicitario. Es por ello que puede pasar tiempo entre publicaciones, mientras no aparezca alguna noticia relevante. No deseo captar seguidores, sino ofrecer de vez en cuando apuntes o publicaciones en mi blog, tanto sobre avances y noticias sobre enfermedades tiroideas, como consejos de salud de otro tipo que puedan ser de utilidad a los pacientes de tiroides. Hasta aquí mi opinión sobre el ejercicio de la medicina y el uso de las tecnologías. Si has conseguido llegar hasta aquí...¡enhorabuena!, no mucha gente lee posts tan largos. Mi intención ha sido mostraros mis opiniones y forma de trabajar, tanto en la consulta como “on line”, y aclarar también por qué, a diferencia de otras páginas de Facebook, no tengo publicaciones automáticas o en determinados períodos de tiempo, sino cuando está justificado. Os deseo a tod@s un feliz final del verano. |
AuthorDra.Maria José Hurtado Archives
Febrero 2019
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