La Diabetes Mellitus de tipo 2 (DM2) se ha comprobado que se encuentra estrechamente relacionada con la disfunción tiroidea.
Este hecho, tan de moda hoy en numerosas páginas web, no es el gran último descubrimiento, sino que ya fue investigado en el año 1927 al observar cambios en la glucemia en pacientes sometidos a resección tiroidea. Desde entonces, disponemos de numerosas evidencias en la literatura científica que indican una contribución de las alteraciones de las hormonas tiroideas a la DM2. Sin embargo, no ha sido hasta recientemente cuando han comenzado a revelar las causas de esta asociación. Se trata de complejos procesos a nivel genético, bioquímico y hormonal, en el que la resistencia a la insulina juega un papel fundamental. Y esta resistencia a la insulina ha demostrado ser la mayor causa de alteración del metabolismo de la glucosa en la diabetes de tipo 2. Se ha demostrado esta relación entre las dos enfermedades tanto en el hipertiroidismo como en el hipotiroidismo e incluso en el hipotiroidismo subclínico. En numerosos estudios se ha valorado el papel, la importancia y la necesidad de determinar la posible disfunción tiroidea en los pacientes con DM2. En todos los estudios existe prácticamente unanimidad en la recomendación de que los pacientes con diabetes DM2 deben someterse a controles de disfunción tiroidea de manera anual. La asociación americana del tiroides (ATA), presentó recientemente unas guías en las que recomienda un control frecuente de la función tiroidea en los pacientes con DM2. El screening habitual de alteraciones tiroideas en todos los pacientes diabéticos permitirá el tratamiento precoz de la disfunción tiroidea subclínica. Un sencillo análisis de TSH es suficiente para detectar estas alteraciones. Image courtesy of pat138241 at FreeDigitalPhotos.net |
AuthorDra.Maria José Hurtado Archives
Febrero 2019
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