Depresión, menopausia e hipotiroidismoAlgunas enfermedades son particularmente crueles, y en muchos casos se tiende a minimizar socialmente sus efectos. Estoy hablando de las alteraciones emocionales, los cambios de humor y la depresión en mujeres de todas las edades, pero particularmente en las mujeres en edad peri menopáusica. Para empezar, muchas veces es la propia persona afectada la que se siente culpable y achaca su depresión o cambios de humor a su ajetreada vida, familiar, social y muchas veces también laboral. En otras ocasiones, además, su entorno familiar y social, achaca los cambios de humor de la compañera, esposa, o madre a su edad, los cambios de la menopausia, y, en fin, a “exageraciones” sobre sus síntomas de depresión o de cansancio crónico. Desafortunadamente, en muchos casos, cuando estas personas acuden al médico, es posible que reciban respuestas similares y tratamientos sintomáticos para la depresión como ansiolíticos o antidepresivos. Estos fármacos, efectivamente, mitigan ocasionalmente alteraciones como los cuadros de ansiedad, aunque raramente solucionarán el problema si existe una alteración de base que produzca esta sintomatología. De hecho, algunos de estos medicamentos incluso cambiarán parcialmente la personalidad o la actitud de enfrentarse a las distintas situaciones en la vida de estas personas. En no pocas ocasiones, estas personas presentan una enfermedad tiroidea subyacente, bien no diagnosticada, o con un tratamiento anquilosado durante años que no se ha revisado. En el hipotiroidismo subclínico, las alteraciones emocionales y los cuadros de cambios de humor depresión-ansiedad, son relativamente frecuentes y no resulta raro encontrar a estos pacientes con un tratamiento crónico antidepresivo y ansiolítico a los que no se les ha solicitado una analítica tiroidea que podría justificar esta sintomatología. También encontramos personas que, si bien diagnosticadas de hipotiroidismo, no han seguido un control periódico de su sintomatología, o de sus niveles de TSH para poder corregir el tratamiento. Efectivamente, los requerimientos de hormona tiroidea varían en función de las circunstancias fisiológicas, y particularmente frente a cambios hormonales como la menopausia, el embarazo o la adolescencia. Es por ello altamente recomendable el mantener unos controles periódicos en los pacientes afectados de hipotiroidismo para poder corregir las necesidades hormonales en los distintos periodos de la vida de estos pacientes. La depresión y las alteraciones emocionales, junto con otros síntomas socialmente “mal aceptados” como el estreñimiento que suelen ocultarse de manera crónica, pueden conducir al médico experto al diagnóstico de hipotiroidismo, cuyo correcto tratamiento y ajuste de la dosis a lo largo del tiempo, podrán corregir estas alteraciones emocionales sin necesidad de recurrir a psicofármacos, o técnicas de relajación. Image courtesy of stockimages at FreeDigitalPhotos.net |
AuthorDra.Maria José Hurtado Archives
Febrero 2019
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Todo
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