Qué es el hipotiroidismo
Dentro de la historia de la
medicina el descubrimiento del hipotiroidismo es relativamente reciente. Aunque
el tiroides se conocía desde 1543 no se sabía que utilidad podría tener. En
1883 un cirujano observó que en personas con grandes bocios a las que se
extirpaba el tiroides aparecían una serie de alteraciones que podían incluso
llevarlas a la muerte. A la situación que se producía cuando a una persona se
le quitaba el tiroides o se le dejaba poco tiroides se llamó Hipotiroidismo.
Ese órgano llamado tiroides fabricaba algún tipo de producto que era
imprescindible para el organismo.
Se descubrió que había otros órganos, también de pequeño tamaño que elaboraban sustancias de gran importancia, las suprarrenales o el páncreas, por ejemplo.
Ya se conocía la existencia de órganos productores de distintas sustancias, la leche o la saliva por ejemplo. A estos órganos se les llamó glándulas. Pero había dos tipos de glándulas, "glándulas con conductos de salida" y "glándulas sin conductos de salida". La leche y la saliva, producidas por las glándulas mamarias y las glándulas salivares están en el primer grupo. Son glándulas exocrinas. El tiroides o las suprarrenales o las paratiroides no tienen conductos de salida al exterior, los productos que fabrican pasan directamente a la sangre. Son las glándulas endocrinas.
El tiroides es una glándula endocrina, es decir una glándula que fabrica unas sustancias que se vierten directamente a la sangre. A estas sustancias se les llamó de forma genérica hormonas y a las que fabrica el tiroides hormonas tiroideas.
El Hipotiroidismo es una alteración de la glándula tiroides que ocasiona una disminución de la producción de Hormonas Tiroideas.
En el Hipotiroidismo se producen menos hormonas tiroideas, hay menos hormonas tiroideas en sangre y llegan menos hormonas tiroideas a los tejidos y esta falta de esa sustancia ocasiona desde pequeñas molestias, hasta graves alteraciones. Eso significa que el tiroides y las hormonas tiroideas son muy importantes en el organismo.
Se descubrió que había otros órganos, también de pequeño tamaño que elaboraban sustancias de gran importancia, las suprarrenales o el páncreas, por ejemplo.
Ya se conocía la existencia de órganos productores de distintas sustancias, la leche o la saliva por ejemplo. A estos órganos se les llamó glándulas. Pero había dos tipos de glándulas, "glándulas con conductos de salida" y "glándulas sin conductos de salida". La leche y la saliva, producidas por las glándulas mamarias y las glándulas salivares están en el primer grupo. Son glándulas exocrinas. El tiroides o las suprarrenales o las paratiroides no tienen conductos de salida al exterior, los productos que fabrican pasan directamente a la sangre. Son las glándulas endocrinas.
El tiroides es una glándula endocrina, es decir una glándula que fabrica unas sustancias que se vierten directamente a la sangre. A estas sustancias se les llamó de forma genérica hormonas y a las que fabrica el tiroides hormonas tiroideas.
El Hipotiroidismo es una alteración de la glándula tiroides que ocasiona una disminución de la producción de Hormonas Tiroideas.
En el Hipotiroidismo se producen menos hormonas tiroideas, hay menos hormonas tiroideas en sangre y llegan menos hormonas tiroideas a los tejidos y esta falta de esa sustancia ocasiona desde pequeñas molestias, hasta graves alteraciones. Eso significa que el tiroides y las hormonas tiroideas son muy importantes en el organismo.
¿Cómo se diagnostica el hipotiroidismo?
El diagnostico del
Hipotiroidismo puede ser complejo, ya que en muchas ocasiones los síntomas son
vagos e incluso aparentemente no relacionados con el tiroides, como el
cansancio crónico, la depresión o la infertilidad. Debe realizarse con una
Historia Clínica y una Exploración meticulosa y en profundidad. Y una vez que
se tiene la sospecha de que "puede tratarse de un hipotiroidismo" se
piden las pruebas para confirmar el diagnóstico.
Los signos y síntomas del hipotiroidismo pueden estar ausentes, ser muy sutiles o por el contrario ser muy evidentes. Por ello algunos pacientes pueden manifestar uno o dos síntomas que ellos perciben como muy llamativos, mientras que minimizan o no experimentan el listado potencial de síntomas. La única manera de comprobar la magnitud de los síntomas existentes es obtener una completa historia (clínica). Similarmente, un examen físico detallado puede evidenciar hallazgos que no son muy aparentes. Es la detección de estas anormalidades y su apreciación lo que separa al diagnosticador experto del médico corriente
Con la historia clínica detenida y una buena exploración clínica se llega a la "sospecha de hipotiroidismo". Ahora hay que comprobarlo y para ello está la analítica, que es muy simple.
Sin embargo, permítanme una consideración que quizás no compartan algunos colegas. Si la clínica y la exploración te hacen sospechar un hipotiroidismo y la analítica es normal, el caso no debe de acabarse aquí. Se deben mantener controles evolutivos de los niveles de hormona tiroidea y TSH al menos durante un tiempo prudencial por si se tratara de un caso en que la analítica todavía "no hubiera dado la cara".
Los signos y síntomas del hipotiroidismo pueden estar ausentes, ser muy sutiles o por el contrario ser muy evidentes. Por ello algunos pacientes pueden manifestar uno o dos síntomas que ellos perciben como muy llamativos, mientras que minimizan o no experimentan el listado potencial de síntomas. La única manera de comprobar la magnitud de los síntomas existentes es obtener una completa historia (clínica). Similarmente, un examen físico detallado puede evidenciar hallazgos que no son muy aparentes. Es la detección de estas anormalidades y su apreciación lo que separa al diagnosticador experto del médico corriente
Con la historia clínica detenida y una buena exploración clínica se llega a la "sospecha de hipotiroidismo". Ahora hay que comprobarlo y para ello está la analítica, que es muy simple.
Sin embargo, permítanme una consideración que quizás no compartan algunos colegas. Si la clínica y la exploración te hacen sospechar un hipotiroidismo y la analítica es normal, el caso no debe de acabarse aquí. Se deben mantener controles evolutivos de los niveles de hormona tiroidea y TSH al menos durante un tiempo prudencial por si se tratara de un caso en que la analítica todavía "no hubiera dado la cara".